WALTA UN GRAN DIBUJANTE
Aquí una entrevista con Walta, un gran dibujante granadino. Está publicada con anterioridad en Evasión:
DIBUJO VOLÚMENES CON LA PINTURA MISMA
El autor granadino Gabriel Hernández Walta se dio a conocer por el hecho de ganar uno de los grandes concursos de cómic de nuestro país, el organizado por Norma Editorial. Detrás ya tenía un largo bagaje como ilustrador y pintor. Esta última faceta es la que explota en la exposición Paisajes intuición y reflexión en la galería de Arte Ceferino Navarro (c/ S. Matías, 2). Hasta el próximo 3 de marzo podremos disfrutar de una visión diferente de Granada y su provincia. Un retrato impresionista que te obliga a mirar una y otra vez sus cuadros, descubriendo nuevos detalles que antes te habían pasado desapercibidos. Con Lápiz o pincel Gabriel H. Walta siempre busca una nueva vía de expresión para desarrollar su creatividad y su arte, es decir, maneja el lenguaje estético a su antojo.
En su exposición Paisajes intuición y reflexión, sus cuadros están tomados al natural, ¿Ha olvidado las cuatro paredes de su estudio?
En este caso, aparte de que resulta más divertido y más romántico pintar en la calle, sobre todo porque ante un paisaje lo tengo más fácil que cuando estoy en mi casa. Al natural además hay cierta improvisación. Por ejemplo, la luz cambiante a lo largo del día en que pintas. De los 39 cuadros de la exposición hay treinta más pequeños y nueve de gran tamaño. Los pequeños han sido pintados en una única sesión.
Pero además, ¿sólo pintados en la calle?
Sí, a pesar del frío que ha hecho. Están pintados de principio a fin en el lugar, ni siquiera un brochazo ha sido dado fuera del lugar en que instalaba mi caballete y mis pinturas.
El cómic es línea (dibujo), sin embargo, su pintura es a base de manchas...
Así es, en el naturalismo adaptas tu pintura a lo que ves. La línea es un recurso que a veces utilizo. Antes dibujaba más en los cuadros y después deshacía, de alguna forma, el dibujo lineal. Ahora intento que eso esté implícito en el cuadro. Dibujo volúmenes con la pintura misma.
¿Es su pintura entonces intuitiva?
En primera instancia sí, de ahí el título de la exposición sea Paisajes intuición y reflexión. Equilibrio está intuición con un análisis posterior. El atractivo de esta terminación está en ese estudio posterior. Así el espectador entra en la obra, no se queda fuera. Además, asiste al proceso de la creación y permanece vivo. A nivel perceptivo también me gusta más de esta forma.
Sus cuadros se caracterizan por dejar siempre una parte del cuadro a la libre interpretación del espectador, para su libre imaginación. ¿Qué sensación busca?
Esa parte que parece no acabada se corresponde con las zonas que no me interesan e incluso no las veo. Si yo tengo la vista fijada en un punto, quiero que el espectador se fije en el mismo sitio. Creo así la misma sensación entre él y yo.
Además utiliza poco los colores vivos, ¿por qué?
Me da la impresión de que digo algo más del tema si utilizo colores más austeros. El color no es lo más importante del tema. Antes los utilizaba más. Debe ser una evolución.
Dentro del cómic, ¿en qué está trabajando ahora?
En un cómic basado en un libro de Clive Barker, El ladrón de la eternidad. Ahora saldrá el segundo tomo aunque yo estoy trabajando en el tercero. En España no se ha publicado, sino directamente a Estados Unidos.
¿Pintura o cómic?
Lo que no cubre una, la cubre la otra. En pintura no hay narrativa. Es una cura en la que una compensa la otra, cubriendo así mis necesidades creativas. No se incordian, al revés se complementan. Hay cosas que me sirven, esos elementos comunes, pero son medios distintos.
¿Cómo tiene tiempo para todo?
Con un poco de organización. Por la mañana pinto, por las tardes al estudio a dibujar los cómics.